El llamado de Dios a través del evangelio es permanente, porque tiene como propósito que disfrutemos de él, ya que la verdadera felicidad del ser humano está en la presencia de Dios. Fuimos creados para vivir en la comunión espiritual con Dios y para glorificar siempre su santo nombre, sin embargo, el pecado separó al ser humano de Dios y lo llevó a vivir una vida de rebeldía ante la voluntad de Dios, y a padecer bajo maldición.
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” Apocalipsis 3:20
El anhelo de Dios es que recibamos a Cristo en nuestras vidas, porque cuando llega Cristo hay perdón de pecados y así se recibe la vida eterna y el gozo toma lugar en nosotros, y esto a pesar de las dificultades que se sufren en esta vida. Por la presencia de Cristo encontramos la verdadera satisfacción, de hecho, Cristo es suficiente y es todo lo que necesitamos.Si ya eres una de esas personas que ha creído en Cristo, sigue recibiendo el evangelio para que disfrutes más y más de Cristo en todo momento, porque de esta manera nunca te faltarán las bendiciones de Dios.La Biblia también dice: “quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,” 2 Timoteo 1:9.Así que, si hoy Dios te está llamando con el evangelio, no dudes en abrirle la puerta de tu corazón, porque así es como recibieras a Cristo, la salvación y el verdadero gozo que perdurará para siempre y que será pleno en la gloria celestial.