La oración correcta

La oración correcta es la que busca solo la respuesta de Dios y se hace como parte de una relación íntima con Él.

»Cuando ustedes oren, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que con eso ya tienen su premio. Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre en secreto. Y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu premio. »Y al orar no repitan ustedes palabras inútiles, como hacen los paganos, que se imaginan que cuanto más hablen más caso les hará Dios. No sean como ellos, porque su Padre ya sabe lo que ustedes necesitan, antes que se lo pidan. Mateo 6:5-8 (DHH)

La recomendación de orar en secreto tiene el énfasis en procurar la constante, cercana y creciente comunión íntima con Dios, evitando así la falsa religiosidad. Del mismo modo, debemos enfocarnos en la oración de fe, la cual permite esperar verdaderamente en Dios y nos mantiene en Él y no bajo el dominio de las adversidades.

La oración genuina trasciende, porque a través de ella buscamos lo que no es capaz de encontrarse aquí, la oración nos eleva a lo más alto, allá donde está el que no se encuentra atrapado en nuestras circunstancias, Él está por encima de todo y es capaz de socorrernos de nuestras aflicciones.

La oración religiosa solo cumple con un formato o modelo y es una forma de congraciarse con las personas, por otra parte, no muestra humildad, sino que ella malamente se convierte en el medio para exigir reconocimientos de Dios y de quienes nos ven orar.

Hoy es un buen tiempo para que orando agradezcamos por el recurso de la oración y para que con humildad lleguemos a lo más alto mediante ella, en el nombre de Cristo y así tengamos la respuesta de Dios conforme a su voluntad y propósitos en nuestras vidas.

La Biblia también dice:

“Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias.” Colosenses 4:2 (RVR1960). “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.” 1 Juan 5:14-15 (RVR1960)

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