En familia debemos corresponder a Dios y debemos ir enseñando a nuestras generaciones para que amen a Dios, de esta manera su bien y su misericordia nos seguirán todos los días de generación en generación
Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos; Sobre los que guardan su pacto, Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra. Salmos 103:17-18 RVR1960.
Dios es el que sustenta a la familia; todo lo que la familia necesita Dios lo ofrece, es por esto que, desde los más pequeños hasta los más grandes debemos aprender a confiar en Dios y también debemos aprender obediencia y adoración a su nombre santo.
Dios se encarga ahora de nuestra familia y se encargará de todas nuestras generaciones, pero debemos procurar que nuestra presente y nuestras siguientes generaciones tengan siempre encendido el altar para el sacrificio, para que de esa manera cumplamos permanentemente con las exigencias de Dios en su pacto.
Con lo anteriormente dicho, nos referimos a una vida de fe ejercitada siempre en Cristo, dependiendo de él y siempre sujetos en correspondencia total a su voluntad, de esta manera tendremos siempre presente en la vida de la familia y sus generaciones las muchas misericordias de Dios en la protección, dirección y provisión.
La Biblia también dice:
Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera. Su descendencia será poderosa en la tierra; La generación de los rectos será bendita. Bienes y riquezas hay en su casa, Y su justicia permanece para siempre. Salmos 112:1-3 RVR1960.
Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones. Deuteronomio 7:9 RVR1960.