Debemos ofrendar en la iglesia para que la iglesia ayude a los pobres, el problema es que muchos no ofrenda o hay muchos líderes faltos de compasión y misericordia que prefieren almacenar recursos como el sirvo negligente que lo escondió en la tierra por miedo a perderlo, tal actitud le dio pobreza y miseria “Así que me pareció necesario rogar a estos hermanos que se adelantaran a visitarlos y completaran los preparativos para esa generosa colecta que ustedes habían prometido. Entonces estará lista como una ofrenda generosa, y no como una tacañería. Recuerden esto: El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará. Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría. Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes.” 2 Corintios 9:5-8 NVI
La iglesia es una comunidad de gracia divina; debe atender a los necesitados con el evangelio y con el pan de todos los días, es por eso que todos los que nos congregamos debemos ofrendar para que la iglesia pueda ayudar caritativamente como lo hizo nuestro Señor Jesús. Por otro lado también, es necesario la correcta administración compasiva de los recursos económicos, pero reiteramos, también es necesaria la bondad de todos los congregantes para ofrendar con alegría una ofrenda preparada con tiempo y dedicada totalmente a Dios.
La ofrenda que se entrega a Dios es de Dios y debe ser distribuida como Dios la quiere distribuir. Dios es el dueño del dinero ya ofrendado, es por eso que quienes no ofrendan y quienes no administran correctamente los dineros del señor, parecen estar lejos de las bendiciones de Dios, porque Él ama al dador alegre. La iglesia debe ser responsable con sus ofrendas; debemos dar con libertad y con generosidad, y lo mismo aplica para la administración de los recursos en la congregación.
Es muy lamentable que ya no haya generosidad en muchos congregantes, pero también es lamentable como muchas congregaciones mal administran los recursos, tienen las tesorerías llenas y no ayudan a los pobre, o sólo los lideres religiosos se enriquecen. En algunos otros casos, hay lideres que ni siquiera ofrendan, y son faltos de vergüenza porque no tienen moral para administrar los recursos del Señor disponiendo de ellos con falta de gracia y misericordia.
La Biblia también dice:
“Honra al Señor con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas. Así tus graneros se llenarán a reventar y tus bodegas rebosarán de vino nuevo.” Proverbios 3:9-10 NVI
“»¿Acaso roba el hombre a Dios? ¡Ustedes me están robando! »Y todavía preguntan: “¿En qué te robamos?” »En los diezmos y en las ofrendas. Ustedes —la nación entera— están bajo gran maldición, pues es a mí a quien están robando. »Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde. Exterminaré a la langosta, para que no arruine sus cultivos y las vides en los campos no pierdan su fruto —dice el Señor Todopoderoso—. Entonces todas las naciones los llamarán a ustedes dichosos, porque ustedes tendrán una nación encantadora —dice el Señor Todopoderoso—.” Malaquías 3:8-12 NVI