Satanás astutamente esclaviza en la mentira a muchas personas sin que estas se den cuenta, pero con la verdad que es Cristo mismo y su palabra, satanás queda al descubierto y podemos ser libres de cualquier cadena que nos ate al pecado y a la muerte eterna
—Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; 32 y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. —Nosotros somos descendientes de Abraham —le contestaron—, y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo puedes decir que seremos liberados? —Ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado —respondió Jesús—. Ahora bien, el esclavo no se queda para siempre en la familia; pero el hijo sí se queda en ella para siempre. Así que, si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres. Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham. Sin embargo, procuran matarme porque no está en sus planes aceptar mi palabra. Yo hablo de lo que he visto en presencia del Padre; así también ustedes, hagan lo que del Padre han escuchado.
El arma más fuerte de satanás es la mentira, esclaviza en el pecado a través de la mentira, pero con la verdad podemos resistirlo y atacarlo. Jesús es la verdad, el vino hasta nosotros para liberarnos de nuestra condición de pecado y de condenación. Sólo Jesús pudo romper las cadenas de satanás y del pecado que atan a la humanidad, el que por la fe recibe a Jesús y acepta su obra de redención en la cruz queda libre del pecado y del castigo por la culpa.
Nadie puede liberarse por su propia fuerza del dolor y de la muerte que provoca el pecado, hoy es un buen tiempo para aceptar el ofrecimiento de Dios en Cristo, para que las cadenas que nos atan sean quebradas por el poder de la sangre de Jesús.
No hay que dejarse engañar por satanás mediante religiones falsas, lo que verdaderamente importa es conocer la voluntad de Dios en la Biblia y sujetarnos a ellas, también debemos procurar conocer el propósito de Dios para nuestras vidas y dejarnos guiar en toma mansedumbre y humildad.
Hoy día también es muy común encontrarse con gente celosa o con una falsa piedad, en otras palabras, también son conocidos como fariseos, aludiendo con esto, al tipo de personas que crucificaron a Jesús por ser celos sin sentidos, ignorante y dominados por el diablo.
La Biblia también dice:
Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud. Gálatas 5:1 NVI.
Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 2 Corintios 3:17 DHH.