¿Nuestras palabras son hirientes o dan alivio?

Los que hablan con el propósito de herir son necios y de Dios tendrán el castigo, porque Jesús incluso, enseñó que los que aborrecen a su hermano son homicidas. Pero los sabios que hablan para dar aliento serán bendecidos en gran manera por Dios
Hay quienes hieren con sus palabras, pero hablan los sabios y dan el alivio. Proverbios 12:1-28 DHH.
Cuán importantes son las palabras de aliento y de consuelo cuando pasamos por dificultades, cuando vivimos en la zozobra, incertidumbres y tristezas. Una buena palabra dicha con amor nos levanta, nos conforta y nos anima a salir de esa condición que en algunos casos puede ser una condición de depresión.
Algunas veces estamos con personas que necesitan oír la buena palabra. Sin embargo, cuando no sabemos qué decirles es porque no atesoramos la Palabra de Dios en nuestra vida. La palabra de Dios es aliento, y cuando ella forma parte de nuestra vida podemos ayudarnos y ayudar a otros.
Hoy es un buen tiempo para que te reanimes con la Palabra de Dios y para que con ella puedas ayudar a los que están a tu lado y necesitan ser confortados con la buena Palabra. Dios nos manda a ser consuelo de los que sufren, nos manda exhortar a los desanimados y a ser el soporte de los que están debilitados. No perdamos la bendición de ayudar con la palabra de Dios, porque de eso tendremos recompensa y en su caso también se demandará la omisión de este deber cristiano.
La Biblia también dice:
Por eso, anímense y fortalézcanse unos a otros, tal como ya lo están haciendo. 1 Tesalonicenses 5:11 DHH.
El que piensa sabiamente, se sabe expresar, y sus palabras convencen mejor. Las palabras dulces son un panal de miel: endulzan el ánimo y dan nuevas fuerzas. Proverbios 16:24 DHH.