La buena conducta del cristiano es importante y necesaria

Seamos instrumentos del bien, para que mediante nuestra buena conducta que da testimonio del evangelio Dios salve a los incrédulos

Queridos hermanos, les ruego como a extranjeros y peregrinos en este mundo que se aparten de los deseos pecaminosos que combaten contra la vida. Mantengan entre los incrédulos una conducta tan ejemplar que, aunque los acusen de hacer el mal, ellos observen las buenas obras de ustedes y glorifiquen a Dios en el día de la salvación. Gálatas 1:11-12

Sí es importante nuestra buena conducta delante de las personas, no al grado de buscar reconocimientos, más bien, es importante porque edifica y porque permite que Cristo sea honrado por el testimonio de quienes se sabe están siendo transformados por el evangelio, ya que, si nosotros confesamos con la boca que somos creyentes en Jesús, también nuestra conducta debe testificarlo.

Siendo así agradaremos a Dios, porque puede darse el caso en que nuestro testimonio sobre Jesús haga que muchos nos rechacen, en este caso, nuestra fe debe seguir firme pese al rechazo que suframos, porque lo más importante es nuestra fidelidad y agrado a Dios, pese al desagrado que podamos provocar con ello en algunas personas.

Hoy es un buen tiempo para cuidar nuestra conducta y procurar que nuestra forma de ser tenga como propósito la honra y el agrado para el que nos dio la vida. Con nuestro buen comportamiento también somos luz del mundo y sal de la tierra, somos testigos para que otros conozcan a Cristo y se salven por él. Así que, aun en las crisis más difíciles no dejemos de comportarnos como creyentes de Cristo, redimidos en su sangre y esperanzados de encontrarnos un día con él para estar en las mansiones celestiales por siempre.

La Biblia también dice:

Por eso, desde el día en que lo supimos, no hemos dejado de orar por ustedes. Pedimos que Dios les haga conocer plenamente su voluntad con toda sabiduría y comprensión espiritual, para que vivan de manera digna del Señor, agradándole en todo. Colosenses 1:9-10 NVI.

Tú no eres un Dios que se complazca en lo malo; a tu lado no tienen cabida los malvados. No hay lugar en tu presencia para los altivos, pues aborreces a todos los malhechores. Tú destruyes a los mentirosos y aborreces a los tramposos y asesinos. Pero yo, por tu gran amor puedo entrar en tu casa; puedo postrarme reverente hacia tu santo templo. Salmos 5:4-7 NVI.

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