Dios espera que podamos hablar bien para comunicar bendición, para relacionarnos en una comunicación y comunión de paz y de crecimiento mutuo
Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan. Efesios 4:29 NVI.
La bendición de la vida también depende de nuestro trato con las demás personas; debe ser un trato respetuoso y propositivo. Nuestros diálogos y conversaciones deben contener un vocabulario que edifique, que anime y que contenga un mensaje evangélico, aunque esto no implique un lenguaje plagado de textos bíblicos.
Que podamos sembrar la paz en las relaciones y en el corazón de los oyentes en cada oportunidad que tengamos para usar la facultad del habla, de esta manera contribuimos con nuestro prójimo con una mejor calidad de vida. Hay tanta necesidad de bendecirnos mutuamente cuando nos comunicamos en el trabajo, en la escuela, mientras nos desplazamos de un lugar a otro etc., en fin, siempre ocuparemos de la buena comunicación.
Cuidemos nuestro corazón y el de nuestro prójimo a la hora de emitir palabras, porque las palabras pueden ser capaz de dar aliento de vida o también pueden herir de muerte. Cuidemos nuestro corazón porque de ahí viene todo lo que decimos con la boca, también debemos gobernar nuestra lengua y cuidar que cada palabra que digamos esté sazonada con la mente de Cristo en nosotros.
Hoy es un buen tiempo para usar la capacidad del habla en la propagación del evangelio, porque de esa manera acarrearemos bendición a todos los que nos escuchen, haremos que sus días estén llenos de la gracia de Dios. Entonces, digamos lo que es correcto de manera correcta.
La Biblia también dice:
La vida y la muerte dependen de la lengua; los que hablan mucho sufrirán las consecuencias. Proverbios 18:21 NVI.
El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en él, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en él. Y yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de cualquier palabra inútil que hayan pronunciado. Pues por tus propias palabras serás juzgado, y declarado inocente o culpable.» Mateo 12:35-37 DHH.