Busquemos la riqueza que tiene mayor valor

Dios nos ofrece todo lo que es buenos y lo que satisface verdaderamente nuestras vidas, ha provisto todos los medios necesarios para que sostengamos una comunión con Él y en ello podamos recibir todas las riquezas del cielo.

Más vale ser pobre y honrar al Señor, que ser rico y vivir angustiado. Más vale comer verduras con amor, que carne de res con odio. Proverbios 15:16-17 DHH.

Nuestro estado financiero no define la persona que somos ni la condición de vida que tenemos; hay pobres ricos y ricos pobres. Lo que sí define nuestra vida en todos sus aspectos es el ser obedientes o desobedientes a Dios; de esto depende que vivamos para vida o para muerte. Tal vez mañana logres mejores cosas, pero procura que no sean a costo de tu comunión con Dios.

Los ricos pobres, son aquellos que tienen muchas cosas, pero no tienen a Dios, son los que han ganado el mundo, pero han perdido su alma, los que aman más su dinero que ha Dios y por lo mismo viven la vida indiferentes a Él, “porque la raíz de todos los males es el amor al dinero”.

Los ricos pobres han invertido tanto tiempo y aun sus vidas para lograr sus riquezas que no han ocupado tiempo para cultivar la comunión con Dios, lo cual es necesario para una vida transformada y sometida a la voluntad divina. Por tal razón, han logrado riquezas para el cuerpo, pero su alma se ha empobrecido, han logrado gozo para la carne, pero el alma sufre de tristeza.

Hoy es un buen tiempo para procurar que todo nuestro ser sea bendecido al ser colmando de las riquezas del cielo y de toda provisión material, pero en la dinámica de buscar primero a Dios sirviéndole en todo y siempre honrándolo con una vida honesta y entregada a su voluntad.

La Biblia también dice:

Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. 1 Timoteo 6:8-10 RVR1960.

»No amontonen riquezas aquí en la tierra, donde la polilla destruye y las cosas se echan a perder, y donde los ladrones entran a robar. Más bien amontonen riquezas en el cielo, donde la polilla no destruye ni las cosas se echan a perder ni los ladrones entran a robar. Pues donde esté tu riqueza, allí estará también tu corazón. Mateo 6:19-21 DHD.

 

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