Bendito sea Dios, porque en su gracia nos instruye por el camino correcto, el camino de la vida y así nos libra del sendero que lleva a la muerte. Cristo es el camino de la vida y de la bendición diaria y continua. “Hoy debes tomar esta ruta y te irá bien”.
El Señor dice: «Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti. No seas como el mulo o el caballo, que no tienen discernimiento, y cuyo brío hay que domar con brida y freno, para acercarlos a ti». Salmos 32:8-9 DHH.
La gracia de Dios nos ha visitado y por eso debemos corresponder con gratitud; por la gracia de Dios hemos sido convencidos mediante el Espíritu Santo para aceptar por la fe el propósito de Dios para nuestra vida, de otra manera por nuestro pecado no entenderíamos el camino que Dios nos ha trazado.
Hoy con alegría podemos decir que el camino en el que nos encontramos es camino de vida y no de muerte. Dejemos guiar nuestras vidas en los propósitos de Dios y conforme a su palabra y aceptemos con fe y obedecía su santa voluntad. Aunque en ocasiones la ruta se vea difícil nos apartemos de ella porque ahí llegaremos al sitio adecuado, ahí se cumplirán los mejores propósitos para nuestras vidas.
La Biblia también dice:
»Pero mi pueblo no quiso oírme; ¡Israel no quiso obedecerme! Por eso los dejé seguir con su capricho, y vivieron como mejor les pareció. ¡Si mi pueblo me hubiera escuchado! ¡Si Israel hubiera seguido mis caminos, en un abrir y cerrar de ojos yo habría humillado a sus enemigos y castigado a sus contrarios!» Salmos 81:12-14 DHH.