Lo peor que nos puede pasar es no saber para que vivimos o sentir que la vida no tiene sentido.
Antes que tú te formaras en el vientre de tu madre, Dios ya te había elegido, antes que vinieras a este mundo Dios ya te había apartado para su gloria, Él determinó lo que tú serias y harías. Jeremías 1:5
Dios nos formó en el vientre de nuestra madre con maravilloso propósito, aunque ese buen propósito está a riesgo de ser empañado por las obras malignas de satanás y por nuestras acciones pecaminosas, aun así Dios siempre vela que lo que ha determinado para nosotros se cumpla por su gracia bendita.
Dios actúa constantemente para que nuestra vida no ande desorientada y en miseria en este mundo por nuestra falta de entendimiento sobre cuál es nuestro propósito de vida. Dios nos ayuda para que la vida que vivimos todos los días no se contraponga a su voluntad, porque si no actuamos como Dios lo ha dispuesto, nos irá mal.
Todo lo que hagamos en la vida debe siempre estar acorde con la forma de vida diseñada por Dios para nosotros, es por eso, que todo lo que hagamos debe honrar a Dios y edificar al prójimo. Además, somos instrumentos de Dios en este mundo en donde su reino se hace presente precisamente a través de su iglesia. Si Dios nos ha apartado para su gloria vivamos para su gloria, si Dios nos ha apartado para ser sus instrumentos de gracia sirvámosle con amor.
La Biblia también dice: “No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.” Juan 15:16 NVI. “Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo.” 2 Timoteo 1:9 NVI.
Nuestras oraciones: Que Dios te ayude a descubrir tu propósito y que te capacite con el poder y la dirección de su Espíritu Santo, de tal manera que cada día se vaya cumpliendo en tu vida. Que tu iglesia sea dinámica entendiendo que el propósito de Dios es que sea instrumento de su gracia en este mundo.