
Todos deseamos ser protegidos por Dios, pero no todos estamos dispuestos a obedecer, la naturaleza pecaminosa siempre le lleva la contraria a Dios y, esta actitud siempre nos pondrá en riego.
Él cuida el sendero de los justos y protege el camino de sus fieles. Proverbios 2:3 NVI.
Dios a través de su Palabra nos notifica los caminos que debemos transitar, si obedecemos la Palabra divina podemos avanzar en todo con pasos firmes y ligeros, experimentaremos siempre la prosperidad y la victoria, si hacemos los contrarios el fin del camino nos llevará a la ruina.
La protección de Dios es permanente para los obedientes de corazón, para los que viven haciendo el bien. La forma en la que opera la protección de Dios en nuestras vidas es a través de sus mandamientos, es decir, cuando nosotros obedecemos a Dios, cuando tomamos en cuenta sus mandamientos para ponerlos por obras, cuando nos dejamos guiar por sus leyes, entonces tomamos senderos seguros, somos prevenidos del peligro y podemos apartarnos a tiempo del mal.
El que no oye los mandamientos de Dios anda en tinieblas bajo el peligro, el que no escucha la voluntad de Dios para obedecerla va por un camino que aparentemente es bueno, pero al final se encontrara con la muerte. Hoy es un buen tiempo para obedecer a Dios y vivir bajo su protección.
La Biblia también dice: Cuídame, oh Dios, porque en ti busco refugio. Yo le he dicho al Señor: «Mi Señor eres tú. Fuera de ti, no poseo bien alguno». Proverbios 2:1-22 NVI. Tú eres mi escondite y mi escudo; en tu palabra he puesto mi esperanza. Salmos 119:114 NVI. La actitud de búsqueda revela nuestra fe y, la seguridad con la que viven los que busca a Dios revela el favor de Dios es sus vidas. El que busca la protección de Dios tendrá una mejor calidad de vida, podrá vivir en paz y siempre tranquilo, pese a las adversidades.
Nuestras oraciones: Que Dios te ayude a tomar en cuenta Su Palabra para que estés seguro, porque el que escucha el consejo de Dios siempre llegará lejos, que tu iglesia procure y estimule la obediencia a Dios y sea siempre protegida. Que en cada tiempo de tribulación tu iglesia nunca deje de avanzar, sino al contrario, que con la oportuna intervención de Dios, esta pueda ser prospera. La oportuna intercesión de Dios vendrá a la iglesia por su pronta obediencia a la Palabra.