Si Dios permite tiempos difíciles en tu vida te fortalecerá para soportar y también a través de esos tiempos difíciles te preparará para vivir dichosamente el futuro.
Yo sé que mi defensor vive, y que él será mi abogado aquí en la tierra. Y aunque la piel se me caiga a pedazos, yo, en persona, veré a Dios. Con mis propios ojos he de verlo, yo mismo y no un extraño. Job 19:25-27 DHH
Muchas pueden ser nuestras angustias, pero Dios siempre está al pendiente de nosotros,
su propósito es bueno en gran manera, Él no está ausente cuando somos atribulados, nuestra confianza en Él nos ayuda a comprender, que al permitir las pruebas se hace presente a través de ellas y, a través de este proceso nos hará saber su interés y su profundo amor.
Este proceso es necesario porque aprendamos a confiar más en Dios, y así dejamos de depender de nosotros mismos, para gozar también de su presencia espiritual, porque aunque no lo vemos, se deja sentir en esas circunstancias tan difíciles, en donde ya no nos queda ningún recurso, y ahí en donde incluso, todos nos han dejado solos.
Eh aquí la importancia de nuestra fe, para tener la certeza de que aunque no vemos a Dios, Él está actuando en nuestro favor, para darnos la victoria sobre la adversidad. Esta es la fe con la que podemos creer en Cristo para ser salvos, y también esta es la fe con la que podemos perseverar hasta recibir nuestro galardón celestial. Con este propósito nuestra fe es probada, porque necesita ser cada vez más pura y genuina.
Si hoy sientes que tus angustias son abrazadoras y aplastantes, no temas, porque la Biblia dice: Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu. Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová. El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado. Salmos 34:18-20. Solo debemos, reconocer nuestras imposibilidades y darle paso a las posibilidades de Dios, porque para Él no hay nada imposible.
No debemos temer a las angustias al grado de murmurar pensando que Dios no es bueno, que se ha olvidado de nosotros o que simplemente no es capaz de auxiliarnos. Su palabra nos hace el siguiente llamado y nos da la siguiente promesa: No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. Isaías 41:10
Hoy es un buen tiempo para pensar que todas las pruebas son una bendición, porque a través de ella podemos sentir a Dios, podemos conocerlo, crecemos como sus hijos y también su gran propósito se va cumpliendo paso a paso en nuestras vidas hasta que se complete su gloriosa obra.
Tomemos la ocasión de la angustia como un tiempo de ganancias y no de perdidas, porque si algo que teníamos lo perdemos en ese proceso, será porque Dios nos lo va a duplicar o porque nos lo cambiará por algo mucho mejor, por eso estamos seguros, que incluso si perdemos el cuerpo, recibiéramos uno glorioso como el de nuestro Salvador.