El que se acuerda de Dios vive muy bien

El que no se acuerda Dios se olvida de sí mismo, porque no vivirá bien aunque tenga muchos bienes. La buena vida consiste en corresponderle a Dios como Él lo merece.

“Acuérdate de tu Creador ahora que eres joven y que aún no han llegado los tiempos difíciles; ya vendrán años en que digas: «No me trae ningún placer vivirlos.»” Eclesiastés 12:1 DDH

Vivir sujetos a nuestro Creador nos permite aprovechar nuestra vida al máximo en lo que es correcto, deleitoso y satisfactorio. En esta condición de vida, vivimos en gratitud profunda por las bendiciones que hacen prosperar a los que en Él confían y a quienes lo honran como Creador Soberano.

Lo más triste para el ser humano es que desgaste su vida en lo que no es para él, porque finalmente, tal cosa le trae dolor y miseria. Dios tiene algo espacial para nosotros y en eso tenemos que enfocar toda la vida.  Dios quiere que vivamos para Él disfrutando de sus bendiciones, sin embargo, satanás mediante el engaño ofrece aparentemente “lo mejor”, pero tal cosa no es la mejor parte, al final se convierte en perdición y muerte.

Hoy no importando la edad que tengamos, pero si somos jóvenes con más razón dejemos que Dios guíe nuestras vidas y nos muestre la senda correcta para orientarnos y así llegar a la mejor meta de nuestra vida, aprovechemos cada ocasión y todo el tiempo, porque el tiempo pasa y la vida se acaba, a menos que vivimos para Dios, porque en Él si hay vida para siempre.

Dios puede ayudarnos a entender los planes que tiene para nosotros, además, nos ayuda para que seamos esforzados en hacer su voluntad. Hoy podemos pedir esto, pues la Biblia dice: “Señor, muéstrame tus caminos; guíame por tus senderos; guíame, encamíname en tu verdad, pues tú eres mi Dios y Salvador. ¡En ti confío a todas horas!” Salmos 25:4-5 DHH.

En esta vida podemos hacer muchas cosas y lograr muchos bienes, pero lo dichoso, es decir, lo que nos hace vivir bien, es hacer la voluntad de Dios. Hay personas que prosperan bastante, pero sus vidas están pobres y vacías, esto es, porque su vida no está enfocada en Dios y en sus propósitos, por lo mismo, lo que tienen y lo que son se acabará con el tiempo. La Biblia dice que finalmente estos terminan mal:

“No te enojes por causa de los malvados, ni sientas envidia de los malhechores,  pues pronto se secan, como el heno; ¡se marchitan como la hierba! Confía en el Señor y haz lo bueno, vive en la tierra y mantente fiel. Ama al Señor con ternura, y él cumplirá tus deseos más profundos.” Salmos 37:1-4

Compartir