Dios es refugio para unos y para otros es destrucción

Cuando confiamos en Dios su bondad es abundante, pero los que se oponen a Él sufren repentina y avasalladora destrucción.

El Señor es bueno; es un refugio en horas de angustia: protege a los que en él confían. Pero, como inundación que todo lo arrasa, destruye a los que se le oponen; la oscuridad alcanzará a sus enemigos. Nahúm 1:7-8DHH

Todos los que se oponen a Dios y a su obra sufrirán su ira, pero los que en Él ponen su confianza les dará fuerzas para que estén bien en el día de la angustia. No podemos ocultar nuestros pensamientos, ni nuestras intenciones, Dios lo conoce todo, sabe la condición verdadera de nuestras vidas.

Debemos ponernos a cuentas con el Señor, debemos aceptar nuestras indiferencias con Él, nuestra desobediencia y actitudes negativas. El arrepentimiento delante de Dios hoy es necesario, para que venga sobre nosotros su favor y no la ira, para que nos libremos del pago por nuestras rebeliones.

Tenemos la esperanza de ser perdonados, porque Cristo ya calmó la ira de Dios con su muerte, pero es necesario aceptar por la fe a Cristo y su sacrificio, para poder disfrutar de esta gracia, de lo contrario, es cuestión de tiempo para estar bajo el juico divino.

¡Bendito sea el Señor, que ha escuchado mis ruegos! El Señor es mi poderoso protector; en él confié plenamente, y él me ayudó. Mi corazón está alegre; cantaré y daré gracias al Señor. El Señor es la fuerza de su pueblo; es ayuda y refugio de su rey escogido. Salva a tu pueblo, Señor; bendice a los tuyos. Cuídalos como un pastor; ¡llévalos en tus brazos para siempre! Salmos 28:6-9 DHH

Él da fuerzas al cansado, y al débil le aumenta su vigor. Hasta los jóvenes pueden cansarse y fatigarse, hasta los más fuertes llegan a caer, pero los que confían en el Señor tendrán siempre nuevas fuerzas y podrán volar como las águilas; podrán correr sin cansarse y caminar sin fatigarse. Isaías 40:29-31 DHH

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