Bajo la sombra del Altísimo 

Impenetrable del mal es la cobertura divina que Dios nos ofrece para refugiarnos de los propósitos destructivos de satanás.

“El que vive bajo la sombra protectora del Altísimo y Todopoderoso, dice al Señor: «Tú eres mi refugio, mi castillo, ¡mi Dios, en quien confío!»” Salmos 91:1-2 DHH94I

Cuando vivimos bajo la sombra protectora de Dios contamos con su poder para vivir de manera defensiva, pero también de manera ofensiva contra el mal. En esta condición de protección total podemos estar seguros, porque aunque esto no representa la ausencia de las angustias, de todas ellas nos librará el señor, lo cual implica que, para cada dolor tendremos un remedio. 

Una vida activa en la fe, una actitud de servicio refleja nuestra total seguridad en Dios. La pasividad de los que dicen creer en Dios, realmente refleja su incredulidad. Por esto, ninguna tribulación puede detener nuestro caminar con Dios, porque Él siempre será el castillo seguro que necesitamos para refugiarnos, y nuestra esperanza en Él será también nuestro ánimo y nuestra fuerza para perseverar en todo momento.

“Tú me proteges y me salvas, me sostienes con tu mano derecha; tu bondad me ha hecho prosperar. Has hecho fácil mi camino, y mis pies no han resbalado.” Salmos 18:35-36 DHH94I. 

“Tú eres quien me ampara y me protege; en tu palabra he puesto mi esperanza.” Salmos 119:114 DHH94I

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