Cumpliendo la misión como ovejas en medio de lobos

Para que en nuestra debilidad sea conocido el poder y la gracia de Dios, porque en la condición en la que somos enviados para cumplir la misión seremos grandemente fortalecidos librados del mal.

“» ¡Miren! Yo los envío a ustedes como ovejas en medio de lobos. Sean, pues, astutos como serpientes, aunque también sencillos como palomas. Tengan cuidado, porque los entregarán a las autoridades, los golpearán en las sinagogas y hasta los presentarán ante gobernadores y reyes por causa mía; así podrán dar testimonio de mí delante de ellos y de los paganos.” Mateo 10:16-18 DHH

La misión que Dios nos ha encomendado demanda muchos riesgos, pero al mismo tiempo estos riesgos nos hacen vivir más la gloriosa presencia de Dios en nuestras vidas; nos fortalece para soportar, nos libra de peligros y quizás puede ser que por causa de su obra perdamos cosas o la vida, aun así, el final será glorioso, porque resucitaremos con un cuerpo como el de él. Ante esta realidad que vivimos, quienes realmente estamos entregados a la labor del reino de Dios, debemos saber pensar, decidir y actuar como hijos de Dios. No debemos permitir que nuestra actitud en las adversidades perjudique el cumplimento de la misión. Dios no nos deja solos, el nos librará aun dentro de las mandíbulas del mal, Él hará su obra con nosotros en este mundo de perdición y de mal.Aunque estamos bajo mucha presión y peligros, debemos actuar confiando siempre en Dios y que en todo su nombre sea conocido y honrado, porque esa en nuestra misión; que el nombre de Cristo sea conocido para salvación y para confirmación de la fe de la humanidad. No podemos cumplir la misión a nuestro modo y cuando consideremos mejor ocasión. Siempre es la ocasión para predicar el evangelio y debe ser el evangelio de Jesucristo, aunque eso no les guste a todos y por lo mismo suframos represalias. La Biblia también dice:“Por último, hermanos, oren por nosotros, para que el mensaje del Señor llegue pronto a todas partes y sea recibido con estimación, como sucedió entre ustedes. Oren también para que seamos librados de los hombres malos y perversos, porque no todos tienen fe. Pero el Señor es fiel, y él los mantendrá a ustedes firmes y los protegerá del mal. Y en el Señor tenemos confianza en que ustedes hacen y seguirán haciendo lo que les hemos ordenado. Que el Señor los ayude a amar como Dios ama y a tener en el sufrimiento la fortaleza de Cristo.2 Tesalonicenses 3:1-5 DHH

Compartir