Dios nos dirige a Él con su Palabra, nos sostiene con su poder y nos sustenta con su gracia ante el poder destructor de satanás.
Hay un propósito destructor en contra nuestra, pero Dios nos protege de ese mal. Cuando por consecuencia de los ataques enemigos, nos desanimamos creyendo que Dios se ha olvidado de nosotros, hacemos mal, porque aunque Dios permita que nos sobrevengan algunas penas, Él lo prepara todo para que podamos vencer, incluso, a través de esas penas que nos han sobrevenido, nos fortalece para grandes cosas en el porvenir.
Satanás el destructor, inicia su proceso de ataques a través de las mentiras, porque es una de sus estrategias más peligrosas, ya que usa el recurso de la mentira con mucha astucia, logrando de esta manera, que muchas veces llegues a pensar que Dios te ha abandonado, se ha olvidado de ti, que Él no es poderoso, no es bueno y que todos sus planes de bien para tu vida no existen.
No debes caer bajo el poder de estas mentiras y astucias, porque el propósito principal de satanás es tu destrucción y muerte. “El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Juan 10:10 DHH