De principio, la condición de quien no ha sido perdonado es muy complicada, pero para efecto de recibir el perdón, no importa en la práctica cual sea nuestra situación pecaminosa, porque si venimos a Dios buscando el perdón y su ayuda Él nos perdona y nos restaura totalmente.
“»Vengan ahora, y razonemos», Dice el Señor, «Aunque sus pecados sean como la grana, Como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, Como blanca lana quedarán.” Isaías 1:18 NBLA
La obra de Cristo en la cruz del calvario fue suficiente y es eficaz para que al arrepentirnos y confesar nuestros pecados a Dios podamos recibir el perdón. Dios opera permanentemente para cambiar nuestro corazón; Él nos santifica y nos transforma para que cada día nuestros pensamientos, decisiones y acciones honren su Santo Nombre y para que nosotros estemos en una mejor condición, para gozo de nuestra vida.
El pecado es el mal en nosotros que puede ser erradicado únicamente por Dios a través de Cristo. Todos nacemos con el pecado y todos sufrimos la ausencia de la gloriosa presencia manifiesta de Dios, hasta el día en que aceptamos nuestro gravísimo problema y nos ponemos a cuentas con nuestro Creador.
Dios nos creó santos, pero nosotros nos corrompimos, y ahora con su ayuda debemos resolver este problema, de no ser así, no solo se sufre hoy por el mal, sino que, el día en que Dios entregue al castigo eterno al autor del pecado, también con él estará todo aquel que no se haya arrepentido de sus maldades.
“…por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,” Romanos 3:23 RVR1960; “Quien sólo vive para pecar, recibirá como castigo la muerte. Pero Dios nos regala la vida eterna por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor.” Romanos 6:23 TLA
El pecado es todo aquello que se opone a la voluntad de Dios y a sus propósitos. Es paradójico o contradictorio, como el ser humano anhela el bien para sí, pero cuando este se afana en querer lograrlo, se enreda en una peor condición de vida, esto sucede cuando anhelamos hallar lo mejor, pero actuamos solos y buscamos en el lugar equivocado.
Aquí es donde satanás actúa, engañando a la humanidad para alejarla de Dios, porque sabe que estando lejos de Dios jamás se podrá resolver el problema del pecado, por eso la Biblia dice: “Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte.” Proverbios 14:12 NVI
Si solo Dios a través de Cristo puede librarnos del pecado y del castigo, debemos venir ahora mismo a Él, mediante el arrepentimiento y la confesión para ser perdonados por medio la fe en Cristo. Si el pecado es el peor mal que nos ha invadido desde lo más profundo de nuestro ser y nos ha dañado totalmente, no debemos dejarlo para mañana, debemos terminar con esto ya, para renacer en una vida nueva, gloriosa y gozosa con Dios, así lo indica Dios en su santa Palabra:
“«Ahora es el momento oportuno: ¡busquen a Dios!; ¡llámenlo ahora que está cerca! Arrepiéntanse, porque Dios está siempre dispuesto a perdonar; él tiene compasión de ustedes. »Que cambien los malvados su manera de pensar, y que dejen su mala conducta»” Isaías 55:6-8 TLA