Siempre debemos encomendar nuestras vidas al cuidado de Dios

Sin cesar debemos estar clamando a Dios por su gracia para que nos ayude a resistir en la prueba.

Una de las pruebas más tremendas para la fe, es la de enfrentarse a una prolongada enfermedad o a la muerte de un ser querido. Me enteré de un correo electrónico enviado a un familiar que acababa de perder a uno de sus hijos. Decía; “pido que Dios les de resignación”. La palabra “resignación” me puso a pensar.

Recurrí al diccionario y encontré que la palabra “resignación” tiene como significado: “entrega voluntaria que se hace poniéndose en las manos y voluntad de otro.” Pensé que esta no es siempre la actitud de nosotros los cristianos, sin embargo, debemos aprender a descansar en los brazos del Señor en los tiempos de nuestras pruebas.

También encontré la palabra “conformidad” como significado de “resignación”, la cual significa: unidad, concordia y buena correspondencia entre dos o más personas. Sí, debe haber siempre una completa conformidad con la voluntad del Creador y con sus planes, en la absoluta seguridad de que solo en ellos hay perfección y siempre redundan en lo mejor para sus hijos, en relación a esto la Biblia dice:

“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.” Santiago 1:2-4 RVR1960

Desde este punto de vista, las pruebas son un privilegio, y si esto es así, entonces, privilegio es de los hijos de Dios conformarse, amoldarse gozosamente a las situaciones que por esas pruebas se presentan, y no solamente someterse, como se someten los súbditos al dominio de un cruel dictador.

Es hermosa la promesa del Señor de que a través de la prueba de nuestra fe nos hará crecer y madurar, ya que esto es, pensándolo bien, lo que todos deseamos y nos recomiendan las Sagradas Escrituras. ¡Ánimo ene este día maravilloso!

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