Un camino conduce al gozo eterno y el otro a la perdición eterna ¿Realmente sabes por cual camino vas? El camino del mal es el camino de la mentira en donde satanás es amo y señor, más el camino de la vida que es el mejor, es el que nos lleva a Dios para vivir eternamente y en donde participamos de la gloria celestial. Cristo es el camino de la vida, es la senda de los justos, pues el que cree en Cristo es justificado de sus pecados, es decir, su culpa es quitada.
«Aunque ahora parezcan buenos y deleitosos tiempos, tarde que temprano se encuentra la curva del camino, si el camino que hoy se camina es torcido. La vida no se trata de elegir lo más fácil o de omitir el esfuerzo tomando atajos. Hay que vivir en la verdad del evangelio, siempre para la gloria de Dios y por medio de su gracia en Cristo, pues podemos andar en Cristo cuando somos ayudados por Dios para creer.»
Para Dios la verdad y lo justo siempre lo serán, no existe la mínima posibilidad de manipular a Dios o de justificar con el fin los medios con los cuales se procede para llegar a un propósito. Porque incluso, si los medios para llegar a un “buen propósito” deshonran a Dios, tal propósito no tendrá nada de bueno. La vida justa es la que resulta de la nueva vida en Cristo, cuando participamos del perdón de pecados y cuando nacemos de nuevo por medio de él.Aunque ahora parezca que el éxito se desborda, mañana pasado se cargará con las consecuencias si se permanece en el mal camino. Él éxito en esta vida no son las posesiones de cosas, sino la presencia de Dios que se manifiesta en unos para sostenerlos en paz, pero en otros, Dios permanece ausente y se pierden aun con sus propias riquezas porque desprecian a Cristo como el Salvador.Arrepentirse en la vida, es regresarse para tomar el camino correcto, no importando cuanto ya abramos caminado y logrado. El volvernos al camino correcto nos permitirá un final glorioso, aunque ahora también las glorias son muchas, porque en cada paso camina Dios para fortalecernos y darnos la dicha de su paz, aunque a veces sintamos que la senda es difícil.En la ruta correcta la paciencia es elemental, hay que poner la otra mejilla, mientras respondes con suaves palabras a la boca sucia que desahoga un corazón torcido. Pero esta es la ruta de la vida eterna, en donde caminan los que Dios prospera y exaltará a la gloria más alta, es la dirección que nos encamina para estar por siempre en los brazos del Señor, es el camino para llegar a Dios para mantener una relación y comunión permanente. Participemos de la justicia de Dios por la fe en Cristo, para que Dios nos quite la culpa y nos declare justos y con su obra maravillosa nos haga justos.