Dios es escudo impenetrable, único y capaz de resistir las intervenciones malignas de satanás, Él espera el clamor de sus hijos para rodearlos y protegerlos en sus batallas cotidianas.
El mal nos rodea permanentemente, esperando la ocasión oportuna, no solamente para estorbarnos en el desarrollo de nuestros buenos planes, sino con el propósito de destrucción total, pues el enemigo principal de nuestras almas se ha levantado contra nosotros, para robar, matar y destruir.
Si hoy sientes que todas tus buenas opciones y posibilidades se te han agotado, que tu fracaso ya es lo que sigue. Y si te sientes acorralado por tus problemas o dificultades, al grado de estar totalmente doblegado y con la decisión de no luchar más. Te recuerdo que Dios espera tu clamor y tu humildad delante de Él, para reconocerlo como el Soberano, porque Él tiene enemigos, pero que ninguno de ellos pudo vencerlo.
Es por eso que, Dios es escudo fiel e impenetrable, para proteger a los que lo buscan todos los días, es escudo para los que no confían en sus propias habilidades ofensivas y defensivas, sino que reconocen el nombre glorioso de Dios; lo obedecen y lo honran con una vida temerosa y reverente.
Aunque sean muchos los enemigos que te rodean, no temas ni te des por acabado, porque no solamente Dios está entre ellos y tú, sino que es tu escudo, por Él obtendrás la victoria, hará que tu cabeza no esté más decaída por la derrota, sino que la levantará, para que te veas cual victorioso, que confía en la presencia protectora de Dios.