Dios nos bendice y nos hace instrumentos de bendiciones

No pierdas el tiempo buscando hacerle mal a los que te hacen mal, Dios se encarga de ellos, mejor debes ver la ocasión, para ser de bendición en sus vidas.

Las bendiciones que Dios nos ofrece también requieren nuestra aceptación con fe y obediencia, Él nos bendice, pero al  mismo tiempo nos da la encomienda de ser instrumentos de bendición para todos.

Mis queridos hermanos, no perdamos el tiempo, ocupándonos o preocupándonos negativamente por las personas que nos quieren ver mal, tampoco por quienes deliberadamente buscan nuestra desgracia. Si en algo debemos ocuparnos en este tipo de personas, es en hacerles bien, porque realmente ellos son víctimas del mal.

Cuando una persona actúa mal contra otro, es por el mal que precisamente le hicieron, por eso, la única manera de detener el mal, es haciendo el bien, y Dios nos ha puesto aquí para ser de bendición, porque el propósito de Dios es arrancar la maldición que hay en el corazón de las personas por la obra de satanás y por el pecado.

Si Dios nos bendice debemos administrar correctamente sus bendiciones, y la mejor manera de hacerlo, es siendo de bendición para todos. Recordemos la dinámica de cómo Dios da más o quita; “El que es fiel en lo poco en lo mucho es puesto, pero el que es más administrador de los bienes de Dios, aun lo que tiene le será quitado”.

Hagamos el propósito, que en el lugar donde estamos y que con lo que hacemos, podamos mostrar el camino hacia el Dios, quien es la fuente de todas las bendiciones. Que nuestro testimonio sea característico de la misericordia y la benevolencia, y que sirva para que cada día logremos un mundo mejor, en el que todos anhelemos bendecirnos mutuamente.

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