Nos conviene ser agradecidos con Dios

El que agradece a Dios disfrutará lo que tiene y aun recibirá más.
“No hay nadie como Dios, quien a través de sus misericordias nos impulse para agradecerle. Dios le hace tanto bien a nuestra vida, que nuestro corazón naturalmente anhela el querer como el hacer, para amar y servirle.”
En cuanto a un corazón ingrato, tenemos que decir que; tal vez no hace memoria de las maravillas de Dios, y que por lo mismo no le atribuye a Dios las bondades de la vida. Esto mismo hace que muchas personas, no puedan disfrutar de lo mucho, ni de lo poco, y por eso naturalmente no tienen nada que agradecer, de acuerdo a su propia concepción de la vida, aunque naden en las bondades de Dios.
Dios nunca se olvida de sus misericordias, y nunca nos las negará si a Él clamamos en gratitudes y en peticiones. Si reflexionamos más en esto, nos daremos cuenta, que agradecer a Dios, es también pedirle que se acuerde de sus misericordias.
Así que con todo esto, podríamos decir, que el que se acuerda fielmente de las misericordias de Dios, para agradecer en alabanza servicio, recibirá aún más de lo que ya ha recibido. Pidamos a Dios, que también como parte de sus bondades, nos ayude a ser más agradecidos y consagrados a su nombre, que nos haga dar muchos frutos de gratitud, y que a través de esto el mundo sepa, que no hay nadie tan misericordioso como nuestro Dios.