
Hoy es el momento para sentirnos seguros en Dios y para vivir con la certeza de que también nuestras generaciones venideras estarán seguras en Él. Dios quiere ser nuestro protector por eso nos llama al arrepentimiento y a la comunión con él, y por lo mismo es nuestro deber encausar a nuestros hijos con la palabra de Dios en el temor de él. Cuando somos convencidos y dirigidos por el Espíritu Santo a someternos voluntariamente a Dios vamos a tener su protección.
“Señor, tú nos has sido refugio De generación en generación. Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y el mundo, Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.” Salmos 90:1-2 RVR1960
Dios es el único refugio seguro que hemos tenido todo lo demás o es parte de la provisión de Dios para refugiarnos o simplemente muchos nos han fallado a la hora de buscar el apoyo en ellos, en los que han sido nuestros tiempos difíciles. Dios siempre ha tenido un lugar para nosotros, si nos hemos sentido vulnerables, será porque hemos rechazado su ofrecimiento para ser Él nuestro refugio eterno. Las personas fallamos o prometemos y no cumplimos. Tal vez muchas veces hemos ofrecido apoyo y acompañamiento a personas que sufren y en esos momentos en verdad no hemos estado allí. Dios nunca nos desampara, y siempre que vamos a él para refugiarnos nos asegura lo mejor, por esto es por lo que nuestra comunión con él debe ser permanente.
Aunque pase mucho tiempo, Dios sigue y seguirá siendo el mismo en poder y en gloria, por eso debemos confiar en Él, y también a Él le debemos toda la gloria y la alabanza voluntaria y de corazón. La vida debe ser vivida para la gloria de Dios, porque sin el la vida no tuviera existencia, es el único proveedor, sustentador y protector que nos asegura el bienestar mientras estemos en este mundo caído en donde los peligros, tribulaciones y aflicciones son parte de la vida diaria.
Aunque pasen muchas generaciones Dios nunca se olvidará de su pacto y de su misericordia, es fiel y no puede negarse a sí mismo, por esto es por lo que sus promesas serán cumplidas. Nos es grato saber, que Cristo garantizó todas las bendiciones del pacto divino, pues con su muerte selló el pacto que Dios hizo con nosotros. Por quién es Dios nos irá bien en todos los tiempos, ya que todo lo puede, es eterno y quiere lo mejor para nosotros. No hay circunstancia que no podamos superar con Dios, porque aun cuando el maligno nos asecha para destruirnos no podrá porque Dios en Cristo nos da la victoria. Dios es el refugio impenetrable por el mal, por eso debemos asegurarnos en Cristo y asegurar que con nuestras generaciones estemos bajo el amparo de Dios aceptando de corazón su autoridad y señorío en nuestras vidas.