
Al poner nuestra confianza y obediencia en Dios tendremos la fuerza y el valor necesarios para obtener nuevas conquistas…
“Lo que sea que decidamos hacer en la voluntad de Dios y bajo su presencia que dirige y sostiene será exitoso.”
En los nuevos inicios y en los nuevos tiempos necesitamos la presencia de Dios, para que nuestro esfuerzo sea su fortaleza, y nuestra valentía sea la certeza, que Él siempre irá con nosotros en nuestros nuevos comienzos y en todo momento, hasta que lleguemos al final de la meta.
Ser valientes es necesario para enfrentar perseverantemente todas las oposiciones en nuestros nuevos propósitos, para no detenernos ante las adversidades, con la confianza puesta totalmente en Dios, quien promete estar con nosotros para respaldarnos aun en los momentos más tenebrosos.
Ser esforzados significa; actuar siempre en los propósitos o en las metas, sin vencernos o ser vencidos por las circunstancias o los tiempos que nos sean contrarios, sabiendo con certeza, que Dios alivia a los adoloridos, da reposo a los cansados e infunde fuerzas al que no tiene ninguna.