
Dios nos dará lo que queremos y prosperará lo que planeamos hacer, cuando lo buscamos debidamente.
“Si Dios está en nuestro corazón y su Palabra dirige nuestra vida, todo lo que anhelemos será a fin con su voluntad y propósito.”
Como pide un niño a su padre lo que quiere, así debemos poner delante de Dios a través de la oración todos nuestros anhelos.
Hay que pedir una y otra vez, con la certeza de recibir lo que buscamos, porque lo hacemos dentro de la voluntad de Dios. Pedir y esperar tiene su fundamento en la Palabra de Dios, por eso, no podemos pedir nada que Dios no haya prometido, además, debemos saber que Dios responde a las oraciones, como Él quiere hacerlo.
Una pregunta básica en nuestra vida y dentro de la comunión es, ¿Qué quiere Dios para mi vida? Debemos trabajar en esta pregunta para tener la respuesta, porque nuestras oraciones y nuestra vida deben centrarse en esto, ya que también, todos nuestros dones y talentos que vienen de Dios serán conforme a lo que Él quiere para nuestras vidas.
Si reflexionamos en esto nos daremos cuenta, que por eso es necesario Dios en la vida humana, porque de lo contrario, aunque haya éxito material, y prosperidad en muchas otras cosas, jamás estaremos verdaderamente bien, si no estamos viviendo el propósito de Dios para nuestras vidas.
La evidencia de esto, no es cuantas cosas logramos o lo que tenemos como “prosperidad material”, sino, una vida reverente y sujeta en obediencia a Dios, esto es la verdadera, felicidad y prosperidad, porque así es cuando se tiene, gozo, paz y esperanza, lo cual, nada di nadie nos puede dar, sino solo Dios.
Si Dios no está en nuestras vidas, y si nuestra comunión con Él no es constante, cercana y creciente ¿De qué servirá lo demás? Hay personas que son pobres materialmente, pero son felices aunque no viven en un palacio, ni comen banquetes todos los días. Ellos son esforzados y trabajan con honor y dignidad, ahí en esa condición tiene lo que necesitan para ser ricos en Dios, porque tienen un gozo y una paz indescriptible , por eso, ellos son más bondadosos que muchos que sólo son ricos materialmente.
Ahora bien ¿Cuáles son tus anhelos para tu vida? Piensa que si buscas lo más importante, lo secundario vendrá por añadidura, porque si buscamos sólo lo material y además, para gastarlo en nuestros deleites carnales ¿de que servirá? Que Dios nos ayude hoy y siempre a enfocar nuestra vida en lo más valioso y que nos haga prosperar abundantemente en ello.