Si Dios quiere

En nada debemos ignorar a Dios, pero si el “Dios quiere” es pronunciado sólo por costumbre no indica realmente sometimiento a su voluntad, tampoco esto es una formula con la que podamos hacer que Dios actúe en nuestro favor.

“Si conocemos a Dios no rehusaremos someternos en obediencia, porque aceptamos y a la vez confiamos que todo está absolutamente bajo su poder, que somos objetos de su amor, y que sucede únicamente lo que dispone.”

No nos puede ir nada bien cuando actuamos de manera libertina, por creernos libres de hacer lo que queramos. Debemos aceptar que no fuimos creados para actuar renuentes a la voluntad de Dios, sino dependientes de Él en todos los aspectos de la vida. Así como no podemos vivir sin la provisión y protección de Dios, tampoco podemos vivir indiferentes a su santa voluntad, y a criterio de la nuestra.

En todos nuestros planes debemos buscar la aprobación de Dios, y con humildad debemos encomendarnos a su gracia, con la plena convicción, que en su soberanía hará o permitirá lo que crea conveniente, pero siempre será lo mejor para sus hijos. Esto es así, porque en su soberanía Dios está al tanto de todo, lo controla todo, y es capaz de lograr todo lo que se propone.

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