El amor y la misericordia de Dios son para siempre y su propósito es cumplido

Todo lo que Dios se dispuso hacer, lo hará tal y a como lo diseñó y lo prometió.

“Aunque no merecemos ningún beneficio celestial, Dios es movido únicamente por su amor, para hacer de nuestra vida lo mejor y para que siempre podamos disfrutar al vivir. Dios completará lo que ha decretado eternamente para nuestra vida, y lo hará por sobre cualquier impedimento del enemigo.”

Al confiar en la grandeza de Dios, nos da la seguridad, que cuando el actúa nadie puede detenerlo, por lo tanto, el bien que Él quiere hacernos nos llegará. Las misericordias de Dios siempre nos alcanzarán, porque las manda con toda su fuerza, y sabe cómo hacerle para que no sean impedidas por el mal. El amor de Dios por nosotros es tan grande, que hizo todo lo posible aún a costa del propio sufrimiento de su hijo, para que hoy gocemos de todos sus favores.

Todo lo que se opone a Dios es también nuestro enemigo, por eso, todo bien que Dios quiere hacernos, el enemigo trata de impedirlo. Lo mismo, el buen propósito de Dios para nosotros está siempre enfrentado por satanás para que no se cumpla en nuestras vidas, sin embargo, Dios siempre cumplirá su propósito, porque lo que ha comenzado hacer en nuestras vidas, lo continuará hasta que seamos perfectos para su gloria.

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