
La sobre preocupación es por la falta de confianza, lo cual hace que una persona se vuelva ociosa o pasiva ante lo que es su deber o sus roles.
“La respuesta de Dios a nuestras oraciones, es la fortaleza o claridad, para que nuestras acciones sean más productivas, por lo que nunca la respuesta de Dios nos va a eximir de nuestro deber, es decir, Dios no hará lo que ha nosotros nos corresponde hacer.”
La Oración es tan importante, que es primero que la acción. La oración es el medio por el que pedimos a Dios que cada paso que demos, lo demos con firmeza, seguridad y en el camino correcto. La oración es efectiva, porque a través de ella podemos pedirle a Dios que haga efectiva nuestras acciones. Por ejemplo, si le pedimos a Dios que bendiga nuestro matrimonio porque estamos en crisis, seguramente la respuesta de Dios será el ayudarnos para que amemos más a nuestro cónyuge. Así que, la oración no nos exime de la acción, ni la respuesta de Dios nos quitará el deber y la responsabilidad que debemos ejercer con entrega total.
La ociosidad por estar en tiempos de crisis empeorara nuestra situación, no debemos darnos por vencidos, debemos continuar activos en nuestros deberes, al mismo tiempo que clamamos por la intervención de Dios, para que nos permita mejores tiempos. Tal vez muchos matrimonios se desintegraron, porque no quisieron continuar activos a pesar de las dificultades, mientras oraban a Dios esperando su ayuda para superar la crisis. Por todo esto, es que también debemos agradecer a Dios, porque todo es benéfico para los que en Él confían.