
Confiar en Dios es fundamental en nuestra vida, por eso Dios permitirá situaciones en las que podamos ver actuar su poder, porque para confiar en Él, primero hay que conocerlo.
“No debemos renunciar a lo que Dios quiere que hagamos aunque la adversidad se vea muy difícil, luchemos con el poder de Dios, porque Él nos puede sostener, está por encima de todo lo que existe y siempre ha existido.”
Debemos confiar y obedecer a Dios, porque si pasamos por las corrientes de los ríos no nos ahogaremos ni seremos arrastrados por las corrientes,
ya que su mano poderosa nos sostendrá. Y si Dios nos pide cruzar por en medio del mar debemos obedecerlo, porque Él puede hacer caminos para salvar nuestras vidas haciéndonos cruzar en seco, más a los enemigos aplastará con las ondas del mar.
Por lo tanto, si nuestra barca está a punto de naufragar, debemos permitir a Cristo que suba a nuestro bote, porque él puede establecer la paz en medio de la tormenta, y de esa manera podemos llegar a puerto seguro.