Busquemos la misericordia de Dios

Dios es pronto para mostrar misericordia a los que la buscan, pero para los que la desprecian manifestará su juicio.

“Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: !!Jehová! !!Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.” Éxodo 34:6-7 RVR1960

En la misericordia de Dios está asentada nuestra salvación, porque estando lejos de su misericordia, es decir, cuando vivimos en la miseria, de ahí Cristo nos sacó cuando vino a nosotros. En el juicio de Dios está el ejercicio riguroso contra el pecado cuando no hay arrepentimiento ni confesión para obtener el perdón.

Dios se presenta todos los días en nuestras experiencias cotidianas. En cada parte de la Biblia se muestra lo bueno que es Dios, como está permanentemente inclinado a nuestro favor. Pero también debemos decir, que cuando el ser humano no aprovecha su amor, bondad y paciencia, Dios actúa con severidad, como juez justo para castigar el mal. Así que, siempre tendremos la manifestación de la presencia de Dios, quien gobierna el mundo inseparablemente con amor y justicia.

Dios es eterno y su esencia es amar y hacer justicia; por eso nunca está ausente el amor cuando aplica la justicia, y nunca su amor omitirá la justicia. En todo esto Dios muestra sus virtudes o atributos, pues siempre está dirigiendo su creación y a su pueblo. Aquí podemos conocer su poder, provisión, sabiduría, bondad, clemencia, pero también es posible recibir el peso de su ira.

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