A pesar de estar en momentos difíciles no dejemos de mirar al cielo, porque Dios no ha dejado de proveernos en su gracia, ya que aun en los tiempos difíciles tiene un plan perfecto en curso con el que hará que seamos mejores que antes.
Ante las cosas difíciles que nos encontramos en la vida diaria debemos permanecer seguros, que todos los sucesos están bajo la autoridad de Dios, todo se mueve como Él quiere, de acuerdo a sus planes. Dios siempre está al tanto de que en lo absoluto, todo lo que va a suceder traiga bendición a su pueblo, incluso, en la historia de la humanidad en la que ha actuado con juicio, nunca ha escondido su misericordia y su amor.
Pueden suceder las peores cosas, pero nuestra confianza debe permanecer en Dios, porque Él nunca cambiará en nuestra contra o dejará de ser Dios. Si bajo estas circunstancias nos desanimamos y nos desesperamos sin saber qué hacer, es porque satanás está operando para llevarnos hasta esta condición de vida, pero lo que debemos hacer, es acercarnos con total confianza a Dios y buscar su fortaleza, porque Él sabe lo que está haciendo y lo que está permitiendo.
Además, hay que afirmar con sabiduría y fortaleza, que lo que estamos viviendo no carece de algo bueno, porque Dios está actuando perfectamente en nuestro favor.
El interés que Dios tiene de haceros bien permanentemente, no cambia por un hecho y/o acontecimientos, más bien nos sirve todo esto, para entender en el la voluntad de Dios y qué tipo de fe tenemos, ya que la fe genuina y la confianza real en Dios, en estas circunstancias hace que lo busquemos más, en lugar de alejarnos, pero también, es la oportunidad de hacer que nuestra fe sea más grande y que seamos más fortalecidos.