Vivamos todo el tiempo para la gloria de Dios agradecidos por nuestra salvación

Todo lo que vivamos en esta vida, lo viviremos para Dios, dando el fruto de nuestra fe salvadora, porque la fe que nos permite la salvación en Cristo, es la misma que se vive para la gloria de Dios esforzándonos por agradarle en todo.

Nuestra confianza en Cristo es mejor que cualquier obra nuestra en el propósito de nuestra salvación, porque es por nuestra confianza en Cristo que somos salvos, solo por la fe en el podemos recibir el perdón y la salvación. No son nuestras obras las que más importan para agradar a Dios y recibir las bendiciones del cielo, sino nuestra confianza en Cristo, lo cual claro está, nos llevará a ser responsables con nuestro estilo de vida, en donde nuestro anhelo más grande es ser gratos ante Dios dando honor a Cristo, a su presencia en nuestras vidas, porque es el en nosotros el que precisamente nos da la vida nueva y eterna.

Por la fe en Cristo el creyente no solamente recibe la salvación, sino que también renuncia a toda obra mala, porque la vida sin Cristo se deja atrás, muere para siempre al renacer en una nueva vida con Cristo, en donde ahora nuestra vida debe ser la manifestación de Cristo en nosotros, en nuestro estilo de vida debe dejarse ver Cristo, es él viviendo en nosotros, y además vivimos para Cristo; para su gloria y sujetos a su voluntad.

En todo esto aunque lo más importante para nuestra salvación fue lo que Cristo hizo en la cruz del calvario, nuestras obras serán el resultado de una vida agradecida por lo que Cristo hizo en nuestro lugar, con lo cual se nos concedió de manera gratuita la vida eterna, por eso seguramente, todo lo haremos de la mejor manera, será nuestra mejor forma de vivir responsable para dar gloria a Dios por su infinita gracia.

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