Dios cumple sus promesas porque Él es fiel y bueno

Nuestra esperanza está puesta en Cristo, por el somos salvos y por él se cumplen y se cumplirán todas las promesas de Dios en nuestras vidas.

«Todas las promesas de Dios se cumplen no porque nosotros seamos buenos, sino porque Dios es el que es bueno y bondadoso.»

Los méritos para recibir las bendiciones de las promesas no son nuestras obras, sino lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz. Por esto es que todas las promesas en Cristo son mejores, ya que por cumplir nosotros la ley no alcanzaríamos nada, porque jamás lograríamos obedecer hasta la última tilde de la ley como se exige.

¿Qué podríamos merecernos por nuestras buenas obras? Por esto es que todo nuestro agradecimiento y sometimiento debe ser a nuestro señor y salvador Jesucristo. Ante esta realidad, y ante nuestra necesidad de que alguien cumpliera la ley por nosotros, es que vino Cristo, no para que la ley desaparezca, sino a cumplirla por nosotros, y asegurar todas las promesas.

Jamás podríamos salvarnos, si la salvación dependiera de nuestro cumplimiento a la ley por nosotros mismos, porque la ley demanda no cometer ningún error, y nosotros siempre nos equivocamos. porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree. Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas.” (Romanos 10:4-5). Esto significa que somos libres de culpas y merecedores de las promesas por la justicia de Cristo y no por nuestra obediencia a la ley.

Compartir