Siempre que abramos la Biblia para oír a Dios y nuestro corazón para orar nos sentiremos mejor

No sentiré más soledad mi Dios, porque tengo tu Palabra para oír tu voz, y la oración para que me escuches.

Tal vez muchas sean nuestras aflicciones, pero mayores son las promesas de Dios registradas en su Palabra, y a través de la oración podemos platicar con Él sobre nuestros asuntos y de sus promesas. Tanto la Palabra de Dios como la oración, son medios eficaces para buscar el favor de Dios para nuestra vida, no debemos despreciar ninguno de ellos.

Cuando nos ocupemos en estudiar la Biblia y para orar, no lo veamos como pérdida de tiempo, sino como la mejor inversión de nuestra vida. La palabra de Dios nos dará la respuesta a nuestra necesidad, y a través de la oración la podemos pedir a Dios. No sintamos más soledad, porque para donde vayamos la Palabra de Dios siempre puede estar con nosotros, y siempre podemos orar.

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