Debemos creer que Dios escucha nuestra oración cuando sufrimos

Vivamos siempre contentos, porque a pesar de las angustias tenemos certeza de gozarnos, ya que Dios siempre responde cuando le pedimos su ayuda para superarlas.

Dios está con nosotros en todo tiempo, es fiel a su promesa de que siempre que oremos nos responderá, por eso debemos clamar cuando estemos bajo dificultades y sin posibilidades para poder superarlas. Esta es la promesa que debe mover a todo el pueblo de Dios en alegría y en ánimo para glorificar a Dios y servirle en este mundo, porque aunque muchas son las aflicciones, pero de todas ellas nos hará victoriosos el Señor.

No debemos confundirnos creyendo que como Dios lo sabe todo no es necesario orar. La oración nunca será reemplazable mientras dure nuestra estancia en este mundo de luchas contra el mal, porque es a través de las oraciones que se debe buscar que todas nuestras necesidades sean suplidas por Dios. Sin embargo, debemos evitar palabrerías vacías, las que son carentes de fe y sin sentido, además, de las que no tienen respaldo en la Biblia, esas en donde a Dios se le reclama, se le quiere manipular, y las que son declaraciones de lo que Dios debe hacer.

Cuando oremos debemos hacerlo confiando, pero también con humildad, manifestando sometimiento a cualquiera que sea la voluntad de Dios en la respuesta de nuestra oración. Las oraciones no son declaraciones de lo que le decimos a Dios que haga, sino de lo que Él quiera hacer conforme a su misericordia para salvarnos de la angustia.

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