Todo lo que Dios hace es perfecto, así que esperemos con alegría la consumación de la vida eterna, porque llegará en el tiempo que Dios ya determinó, no será ni antes, ni después. La mejor manera de esperar la vida eterna, es viéndola de acuerdo a la manifestación de Dios en nuestras vidas, ya que un día será total.
La esperanza de la vida eterna es segura porque todos los días disfrutamos de ella y esperamos la consumación cuando Cristo venga por segunda vez a la tierra. Estamos seguros que todo lo que Dios nos ha prometido se cumplirá perfectamente, y si por Cristo estas promesas están garantizadas no tengamos dudas que Dios en cada momento y a través de cada situación nos hará presente aquello que ha decretado para nosotros, nada puede impedir sus bendiciones cuando nuestra fe está puesta en Cristo quien es el que con su obediencia agradó a Dios en todo por nosotros.
Es la fe la que nos permite esperar en esta preciosa promesa, por eso la fe es fundamental, porque la fe está fijada en Cristo quien también nos fortalece para estar siempre triunfando ante todas las adversidades que desaniman y que por lo mismo hacen que la esperanza se diluya en los que no tienen fe. La mejor manera de esperar mediante la fe es con una vida de servicio y de agradecimiento, porque por la fe tenemos seguridad de esta promesa, la fe nos permite vivir la vida eterna esperando con gran gozo su revelación o manifestación final, esto será cuando estemos en gloria con Dios.
Desde la eternidad Dios ha planeado nuestra salvación, porque él tiene conocimiento anticipado de las cosas, es poderoso para determinar sus propósitos sin que nadie los pueda impedir, y aunque satanás se dispone enfrentar a Dios para que sus planes fracasen, este nunca podrá, ya que Dios siempre cumplirá lo que ha determinado para el bien de sus hijos.