Esto es solo principios de dolores

No sabemos exactamente cuándo Cristo vendrá, tampoco nos toca descifrar los tiempos y mucho menos predecir el año, día y hora, hacer tal cosa sólo distorsiona el evangelio y convierte a tal persona en un falso.

“Las señales del fin son solo eso, señalan algo que nunca sabremos cuándo acontecerá, pero para nosotros no hay ningún problema el no saber el tiempo, pues vivimos en la comunión de Dios disfrutando su presencia, fortalecidos y perseverando hasta que Cristo venga.”

Es muy lamentable como muchos falsos predicadores se aprovechan del miedo de incrédulos y hasta de algunos supuestos creyentes alarmados y miedosos por los acontecimientos actuales en el mundo,  de los rumores de guerras y las pestes y pandemias, para decir que ya todo está listo para que Cristo venga, porque ya todo está cumplido, incluso, muchos se atreven a predecir el día, tales cosas son inadecuadas. Con el solo hecho de que alguien diga que ya todas las profecías están cumplidas y que por eso en cualquier momento Cristo ya viene hacen muy mal.

La Biblia si dice de acontecimientos que sucederán, y que todo esto anuncia que Cristo vendrá, pero vendrá en cualquier momento, lo cual tampoco nos da el tiempo exacto de su retorno, ni tampoco fue el propósito de Cristo que desciframos los tiempos, eso no nos corresponde. El anuncio de los acontecimientos de su segunda venida es para que no seamos sorprendidos por tales sucesos difíciles de soportar y que caigamos desanimados, se nos advierte del dolor y de la tribulación para que estemos fortalecidos.

No se trata de portarnos mejor sólo porque parece que Cristo ya viene. Cuando realmente entendemos la gracia de Dios, nacemos de nuevo en una vida de gozo y comunión con Dios, y comenzamos a vivir esa nueva vida en gratitud y servicio y afrontando cada tribulación con su ayuda. No tenemos que usar los eventos de la naturaleza o los acontecimientos mundiales y las enfermedades para asustar a las personas, y que por miedo y no por reverencia se acerquen a Dios, porque si no experimentan el evangelio, y nada extraordinario sucede, entonces vuelven de donde salieron creyendo que nada de lo que se dice es cierto.

Vivamos la vida disfrutando de la presencia de Dios y de sus promesas, y que con sus bendiciones y fortaleza superemos cada tribulación, confiando que todas ellas nos ayuda a crecer y a conocer más a Dios cuando lo vemos actuando en nuestro favor. Esperemos con gozo la segunda venida de Cristo, y la mejor manera de hacerlo es sirviendo y dando testimonio de él, compartiendo su evangelio por todo el mundo, y así el estará con nosotros con su Espíritu hasta el fin de este mundo.

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