
Dios es la solución para nuestras vidas y para nuestro mundo, ya que cada día colapsan por la enfermedad y por muchos males más, pero lo más mortífero, es el pecado que destruye desde adentro, por eso hoy tenemos la necesidad de arrepentirnos para dejar de actuar contra Dios, de esta manera, por nuestro humilde arrepentimiento la sanidad y el perdón nos llegan desde el cielo.Ser humildes ante Dios es saber que no podemos vivir sin él,
es agradecer y agradarle con nuestras vida por todos sus favores, y no es que Dios necesite de nosotros como quien requiere de un beneficio humano, más bien, es porque nosotros si somos beneficiados en todo.
Cuando agradecemos es porque aprendemos a reconocer el valor de las cosas y cuando reconocemos este valor podemos disfrutar más, y cuando disfrutamos actuamos como buenos administradores de los recursos de Dios, y Dios siempre dará más a los que son fieles en lo poco. Ya que Dios nos da todo con buenos propósitos.
Cuando en humildad reconocemos que necesitamos de Dios, es cuando en todo tiempo y para todo buscaremos apoyarnos en él, lo tendremos como nuestro proveedor y como el dueño de todo. Al actuar de esta manera delante de Dios, tendremos la necesidad de arrepentirnos y de consagrarnos a él, porque de lo contrario no seremos gratos. Siendo Dios la fuente de nuestro bien, si actuamos en su contra pecando y viviendo incrédulamente, nuestras vidas sufrirán mucha miseria, escasez y la enfermedad.
Toda la pobreza y la falta de gozo de la humanidad radican en su indiferencia a ante Dios, en su orgullo por creer que puede sola. Si no dejamos este estilo de vida que reniega contra Dios y que niega a Dios, las enfermedades, el hambre, las guerras y los desastres de la naturaleza nos causarán fatigas aterradoras hasta hacernos infelices, porque si no correspondemos ante Dios no estaremos capacitados para vivir bien, pues nos autodestruiremos, y nos acabaremos unos a otros, porque cuando el mal se empodera en el ser humanos es para destrucción y muerte, ya que también de nuestras pasiones desordenadas vienen todos los males de la tierra.