La ayuda y la misericordia de Dios están disponibles para los que oramos

Siempre que busquemos a Dios en la oración lo encontraremos, ya que está esperando el llamado de auxilio, porque su misericordia siempre está disponible para sus hijos y su pueblo.

“Dios nos da la ocasión a través del peligro para que aprendamos a orar, porque siempre estaremos necesitados de él, mientras estemos en este cuerpo mortal y en este mundo de pecado, donde el mal a través de la enfermedad y en todas sus formas nos acechan.”

Es tiempo para el clamor, para buscar la misericordia de Dios, para encontrarnos con el Dios que siempre nos ha ofrecido su ayuda,

el que tiene el poder y el gobierno sobre toda la existencia, quien realmente es nuestro proveedor para existir, aunque no todos lo reconozcan. Dios es tan bueno, por eso permite eventos donde nos hacer ver y recordar lo frágil que es nuestra carne, y nos ayuda a comprender que fuimos creados para estar en comunión con él, lo cual le da a la vida, la verdadera alegría y el éxito total.

Ante los males que nos hacen ver nuestras imposibilidades, Dios quiere mostrar su poder, porque debemos aprender y creer por fe que para él todo es posible, para que de esa manera, siempre estemos acudiendo en busca de su ayuda con responsabilidad y confianza, ya que siempre necesitaremos clamar a Dios, para que nos ayude con lo que no hemos podido por años y con lo que aún seguimos luchando y yendo de fracaso en fracaso.

En este mundo, en donde muchos se creen autosuficientes y poderosos, Dios nos hacer ver nuestra propia realidad, ya que algo, muy pequeño, pero escurridizo, o algo muy grande pueden hacer que todo el planeta se estremezca.

Aunque por la misma incredulidad, no se le atribuya a Dios la cura del mal, nosotros los creyentes sabemos que Dios es la solución, porque la enfermedad y todo lo malo ya fueron vencidos por Cristo, pero ahora nos está haciendo triunfar sobre ello. No dudando clamemos perseverantemente ante la presencia de Dios por todas nuestras necesidades, por nuestros peligros y debilidades, porque de esta manera, la misericordia, las bondades y el poder de Dios serán abundantes.

Compartir