Dios nos protege del mal hasta que recibamos la gloria celestial

Dios nos protege del mal y nos hace perseverar en victoria, porque no existe ninguna otra forma por la que perseveremos para ser salvos, sino porque ya somos salvos en Cristo y en su retorno a la tierra viviremos  la experiencia de la manifestación gloriosa de nuestra salvación.

“A pesar de todas las adversidades que aquí enfrentamos con las que el maligno nos quiere destruir, por la gracia y el poder divino llegaremos a la gloria celestial, porque aunque aquí habitamos en esa gloria, es solo una sombra de lo que será cuando Cristo venga por nosotros y nos encuentre perseverando.”

Dios está activamente cuidando de nosotros, algunas veces conscientemente experimentamos su rescate, en otras ocasiones ni siquiera nos damos cuenta, porque teniendo una lucha espiritual contra el enemigo de Dios y de su pueblo, siempre está atacando ferozmente en contra de nosotros, sin embargo, Dios lo tiene sujeto a su poder, lo cual es protección para nuestra vida.

Imagínate por un momento, qué cosas te haría satanás si Dios no lo sujetara para protegerte, siendo las características del maligno, destructor, asesino y ladrón. Mientras que satanás busca exterminar nuestra fe para que no perseveremos, Dios vela por nosotros para que nuestra fe sea más sólida, de tal manera que cada una de sus promesas se estén cumpliendo en nuestras vidas para que lleguemos en victoria hasta el día de la manifestación de Cristo.

Dios siempre interviene decisivamente para guardarnos salvos, y es que es imposible que Dios pierda a uno de sus hijos por la fuerza del mal. Recordemos la oración de Jesús cuando le pidió al Padre que nos guardara del mal, ahí mismo Jesús le dijo, que ninguno de los que recibió del Padre se perdiera, excepto Judas, el cual era hijo de perdición y no de Dios. Si Cristo murió para salvar nuestras vidas jamás seremos destruidos por el mal, porque la protección de Dios nunca falla, y nos guiará en perseverancia de servicio y fidelidad hasta que Cristo venga

En todo momento necesitamos de Dios, porque satanás ataca sin tregua, busca destruir el reino de Cristo, por eso trata de todas las forma aniquilar la fe de los hijos del reino, incluso, satanás busca poner a los hijos de Dios contra su propio reino, esto es muy común verlo todos los días. Es aquí donde las obras del diablo son manifiestas, porque siempre estará haciendo lo necesario para lograr sus propósito, pero con la protección y fortaleza de Dios, cada ataque del maligno es resistido y su obra derrumbada. Por lo tanto, vivamos sólo para la gloria del que nos salvó y nos hará llegar hasta el día en que Cristo nos otorgue totalmente la gloria celestial.

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