No podríamos vivir sin el sustento de Dios

En la poderosa mano de Dios y en sus bondades está el sustento para la vida, porque con su poder hace posible todos los días que la tierra siga produciendo lo que le ordene, para que de esa menara la especie humana siga viva, y Dios lo hace así porque es bondadoso, pero también espera nuestra obediencia para bendecirnos aún más abundantemente.
“Nosotros sus hijos debemos reconocer su gracia y misericordia, y debemos vivir agradecidos y esperando en él a pesar del mal que existe y de las malas noticias. Pero además, debemos decirle al mundo, que sin las bondades y sin el poder de Dios la vida humana no existiría más.”
Dios es la fuente de nuestro sustento, esperamos en su gracia y en su misericordia que a pesar de todo lo que sucede, nunca nos dejará de enviar su provisión, porque aunque muchos lo nieguen, toda la humanidad y todo ser vivo dependemos de él. Nadie podría vivir si Dios no continuara regando la tierra y preservando la semilla para que haya producción y tengamos así el pan de todos los días.
Hoy es tiempo de reflexionar, que es la mano de Dios y no la del hombre quien hace posible que nuestra vida tenga el sustento, por lo que sin las bendiciones de Dios nuestra vida no tendría razón de ser. Es por eso que la misma palabra de Dios dice, “que la misericordia de Dios es mejor que la vida.”
Cuando reconocemos que nuestra vida depende de Dios disfrutamos más de su amor y de todas las cosas que tenemos, además, somos más bendecidos, porque Dios da gracia a los humildes, y resiste a los soberbios. El ser humano humilde acepta que su vida viene de la mano de Dios junto con el sustento, en cambio, el soberbio se atribuye todo a sus propios logros y posibilidades.
Seremos impresionados si pensamos más en cómo el amor de Dios hace maravillas en nuestras vidas al llevar a cabo su obra perfecta para producir nuestro alimento, ya que nadie más que él hace que la semilla al entrar en contacto con la tierra y con la presencia de la lluvia y el sol, un pequeño grano produzca abundancia por el poder de Dios.
Además, todo lo que el ser humano ha ideado para mejorar las cosechas es producto de la sabiduría, ciencia y conocimiento que proviene del ser supremo, quien lo sabe todo y es capaz de dar el conocimiento y la sabiduría en abundancia como parte de su provisión para que la especie humana pueda vivir. Así que, por cualquier lado que le busquemos, en cuanto a nuestro sustento siempre encontraremos a Dios activamente haciendo posible lo que físicamente y espiritualmente necesitamos para estar bien.
Debemos actuar con responsabilidad en todo lo que concierne a la vida humana y en cuanto a nuestra relación con Dios, porque esto es fundamental para estar bien y tener lo necesario. Dios nos enseña, cuál debe ser nuestro actuar en la vida para que estemos bien; debemos vivir bajo su temor, haciendo todo para su gloria y debemos confiar que nunca nos harán falta sus bondades, y por lo mismo debemos alimentarnos con su palabra, para que cada promesa esté presente en nuestro corazón y todo aquello que debemos obedecer para guiar nuestra vida a su agrado. Debemos orar en gratitud por la provisión y debemos pedir que nunca nos falte.