La crisis nos enseña a buscar la ayuda de Dios

Tengamos presente que lo difícil que vivimos nos ayuda a experimentar el favor de Dios, con lo que somos preparados para confiar y buscar siempre su misericordia cuando la angustia es terrible.

Entre mejor sea nuestra comunión con Dios más lo conocemos, y si más lo conocemos, más seguridad y confianza tenemos en él,

es así como en el tiempo de la aflicción nuestra fe será ejercitada al buscar su ayuda, si lo hacemos así mejorará nuestra calidad de vida, porque es muy difícil vivir siendo presa del miedo y de la incertidumbre de lo que será nuestro futuro.

Cuando tenemos la experiencia de las bondades de Dios en nuestro peores momentos aprendemos sobre su gracia y eso hará que nunca estemos carentes del favor de su favor, pues siempre clamaremos a su nombre para que intervenga en nuestras crisis. Por todo esto, debemos ser diligentes en la relación con Dios para que nunca perdamos su amparo.

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