Hoy tenemos esperanza, podemos ser libres del juicio eterno si nos arrepentimos del mal que hemos hecho. Hoy Dios nos llama al arrepentimiento, a la consagración, volvamos a él y tendrá misericordia de nosotros.
Dios tiene misericordia cuando hay arrepentimiento de todo corazón, ya que aun en el juicio de Dios está presente su misericordia, porque siempre nos llama al reconocimiento de nuestros pecados con humildad, y de todos ellos nos libra, nos quita la culpa por Cristo, y nos hace vivir el gozo de sentirnos libres, de ese mal que destruye la vida humana desde lo más íntimo. Siempre que confesemos nuestro pecado y nos apartemos del mal alcanzaremos misericordia, pero aun Dios nos ayuda para lograrlo, porque nos fortalece y su Santo Espíritu no santifica.