Hoy Dios nos está llamando para volver a él

A través de toda la historia humana y de generación en generación esto es lo que Dios ha querido para que siempre nos vaya bien. Cuando actuamos indiferentes ante nuestro Creador  perdemos el propósito de la vida, y terminamos en caminos contrarios a nuestro bien, por eso debemos prestarle toda la atención a Dios y ofrecerle nuestra alabanza.

Jamás encontraremos el gozo y propósito de la vida, sino hasta que actuemos de manera reverente ante Dios, es decir, hasta que nos sometamos voluntariamente a su Santa Palabra con la que dirige nuestras vidas, y a su Santo Espíritu quien nos enseña todas las cosas.

Al mismo tiempo, que todos los poderosos deben reconocer  que la máxima autoridad en todo es Dios, que a él solo se le debe servir y adorar como Dios, fuera de él no hay nadie a quien los seres humanos debemos adorar, porque sólo Dios es nuestro Creador, el que nos sostiene y el que nos salvó del poder del pecado, del maligno, de la muerte y el que nos salvará de la actual crisis.

La solución que hoy necesitamos para calmar el mal de la tierra está en la sabiduría, ciencia y conocimiento de Dios, él nos dará en su tiempo el remedio, por eso hoy debemos clamar, pedir a su misericordia y apelar  a su amor y a sus bondades.

Esto no implica que Dios actúe de manera opresora y que nos obligue como un sanguinario para que logre lo que quiere, más bien, el clamar a él, el buscar su rostro y su misericordia nos hace bien, porque nunca estamos mejor como cuando estamos en comunión con él. Así que, todo esto es muestra del amor que Dios nos tiene, y no solo debemos pedir la solución para el mal que hay en la tierra, sino que también debemos agradecerle, porque seguramente escuchará nuestra plegaria y nos ayudará.

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