El conocimiento, la ciencia y la sabiduría de este mundo envanece al ser humano, cuando en su vida no hay cabida para la voz de Dios, porque si con la palabra de Dios fuimos creados y de su boca salió la vida, también de ahí procede la sabiduría y la palabra que nos orienta siempre por la vida eterna.La sabiduría de este mundo es necedad cuando se rechaza el consejo de Dios.
El necio cree que todo lo sabe, cree que no necesita de nadie más para tomar sus decisiones, este es el que se pierde, se aparta de la verdad y termina fracasando, porque al final su vida se perderá en el vacío y en el olvido.
Dios el dador de nuestra vida, es el que nos puede orientar con su voz por el verdadero sendero de la vida, donde podemos vivir bien y desarrollarnos como seres humanos con éxito en todo. El mundo nos ofrece su propio sistema de vida, nos orienta hacia una vida de mentiras, porque el sistema del mundo está regido por el maligno quien es mentiroso y astuto, su propósito es encaminar a la raza humana a la perdición.
Nos es necesaria la Palabra de Dios y la sabiduría que viene de él para tomar correctas decisiones y por lo mismo, así también cuidar nuestra conducta. Todo lo que hacemos y glorifica a Dios es lo que realmente nos es de bien, porque nos edifica, nos hace prosperar y permite que nuestra vida sea disfrutable. No debemos apartarnos de la enseñanza de Dios, ni debemos creer innecesario el escudriñar la revelación de Dios, porque lo más importante debe ser la voluntad de Dios.