
Satanás fue desechado por Dios cuando se sublevó contra él, y quiso tomar el lugar de Dios, por eso siempre ha querido que la humanidad le de gloria, en lugar de adorar a Dios, y siempre con mentiras y astucia ha actuado para pretender lograr su propósito.
“Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.” Mateo 4:8:10 RVR1960
Satanás intentó poner a nuestro salvador en contra de Dios; le ofreció con mentiras un reino que ni siquiera le pertenecía, a cambio pedía adoración.
Es así como engaña a muchos en la humanidad, les ofrece gozo falso, alegría y felicidad pasajera, al final solo está la miseria, la muerte y la condenación eterna. No hay nada mejor para nosotros, como adorar y servir únicamente a nuestro Creador y Salvador, con el podemos disfrutar verdaderamente la vida y así vivimos con la esperanza del bien que es eterno.
Así como satanás tentó al primer Adán ofreciéndole poder y gloria, quiso hacer lo mismo con Cristo el segundo Adán, pero no pudo. Por eso hoy nosotros debemos poner nuestra fe en Cristo y debemos sujetarnos a Dios como él se sujetó, por lo cual fue exaltado, no así el primer Adán que fue humillado y echado de la presencia de Dios y con él toda la humanidad.
Hoy podemos recuperar por Cristo ese lugar ante la presencia de Dios, que perdimos cuando el primer Adán obedeció a satanás. Debemos decir y vivir convencidos que sólo a Dios debemos adorar y que al él solo debemos servir. Que la victoria que Cristo tuvo sobre las mentiras y las tentaciones de satanás, nos de la victoria ante las tentaciones que satanás nos presenta todos los días para rendirle adoración por promesas falsas.