Palabras de amor y misericordia

Jesús no solamente perdonó a sus verdugos, también intercedió por ellos, es exactamente lo que hizo y hace por todos nosotros, porque no importando nuestras maldades, si nos arrepentimos de nuestros pecados recibimos el perdón y, además, hoy está ante el Padre celestial intercediendo por nuestras maldades.

Jesús muestra que el pecado en su magnitud ha cegado a la humanidad, y le ha hecho perder el entendimiento de la verdad, es lo mismo que mencionó el profeta Isaías; ¡Ay de los que llaman a lo malo bueno y a lo bueno malo, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo! ¡Ay de los que se consideran sabios, de los que se creen inteligentes! Isaías 5:20-21 (NVI)

Jesús, no detiene su calvario continuó hacia adelante en medio del martirio, no condena a sus detractores, más bien intercede por ellos ante el Padre, sus palabras y actitud manifiestan que por amor a ellos está dejándose inmolar. En medio del dolor el salvador manifestó la compasión por la humanidad, pues por eso voluntariamente decidió entregarse al dolor de la muerte.

Jesús sabe que lo que está haciendo es también por sus verdugos, quienes no pueden valerse por sí solos ante el poder del pecado. Precisamente lo que está haciendo Jesús, es luchar contra el poder del pecado que ha depravado a sus detractores y a toda la raza humana, pero que su sacrificio será suficiente para que queden libres si se arrepienten.

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