Sí podemos superar el sufrimiento

Nada es capaz de detenernos cuando fluye en nuestro ser el gozo de la salvación y cuando estamos ejercitados en la oración.

Todas las necesidades y calamidades provocan aflicción en el cuerpo y también tristeza. El luto siempre hace que el ser interior también se siente desvanecido. Sin embargo, todos los que somos creyentes, tenemos un gozo especial que produce la esperanza de nuestra salvación futura, y no es que esta salvación no se viva hoy, claro que se vive, de hecho, es esto lo que también nos alienta en nuestro presente y nos permite disfrutar la vida a pesar de sus momentos difíciles.

Para poder estar bien aquí en medio de los pesares, requerimos una fe sólida en Cristo, quien soportó las aflicciones, por eso también nuestra persistencia en la oración es fundamental, es la práctica diaria y el ejercicio de nuestra fe. La salvación en Cristo nos da el gozo en todo momento, al igual que esta certeza de ser salvos por la fe, nos permite mantenernos dependiente de Dios, y es así como podemos superarlo todo.

Siendo que las adversidades aquí son constantes y muy fuertes, debemos encomendarnos perseverantemente mediante la oración a la gracia de Dios, porque cuando Dios le dice a nuestro espíritu que somos salvos el gozo cunde nuestro interior, y es precisamente en donde debemos estar muy fortalecidos, aunque el cuerpo físico se esté desgastando, para que de ese modo resistamos. Procuremos no perder el gozo de la salvación, ni el hábito de la oración, porque sólo así perseveraremos.

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